Pasarás por mi vida sin saber que pasaste.
Pasarás en silencio por mi amor, y al pasar,
fingiré una sonrisa, como un dulce contraste
del dolor de quererte ... y jamás lo sabrás.
Soñaré con el nácar virginal de tu frente;
soñaré con tus ojos de esmeraldas de mar;
soñaré con tus labios desesperadamente;
soñaré con tus besos ... y jamás lo sabrás.
Quizás pases con otro que te diga al oído
esas frases que nadie como yo te dirá;
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amaré más que nunca ... y jamás lo sabrás.
Yo te amaré en silencio, como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar;
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos ... y jamás lo sabrás.
Y si un día una lágrima denuncia mi tormento,
-- el tormento infinito que te debo ocultar --
te diré sonriente: "No es nada ... ha sido el viento".
Me enjugaré la lágrima ... ¡y jamás, jamás lo sabrás!
No quiero ser redundante, pero...¡Enhorabuena de nuevo! ¡Qué arte...!
ResponderEliminarGracias Antonio,... nos gusta que seas "redundante".
EliminarMuy buen poema. Gracias por compartir
ResponderEliminarGracias por tu visita, también nos gusta mucho este poema. Vuelve cuando quieras, esta hostería está abierta las 24 horas.
EliminarMe ha gustado mucho, es dulce, pero no demasiado. Buen poema
ResponderEliminarGracias Francisco, es un poema estupendo, y la voz de José Manuel Argón le imprime una calidez maravillosa.
EliminarExcelente blog. Te invito al mio
ResponderEliminarhttp://vidaderubensolsticio.blogspot.com